En un mundo donde muchas marcas hablan de empoderamiento con frases bonitas mientras siguen vendiendo inseguridad disfrazada de autoestima, YSL Beauty se lanza con algo distinto. Algo incómodo. Algo necesario.
Su nueva campaña no te dice que “te ames” mientras te vende un corrector. Te dice que el abuso existe, que puede estar cerca, disfrazado de afecto, y que hay que aprender a identificarlo. Se llama “Abuso no es amor” y no viene a suavizar el tema, sino a sacudir conciencias.
Y lo hace con un arma poderosa: la educación emocional. A través de nueve señales de alerta que ayudan a reconocer una relación abusiva, YSL se alía con organizaciones especializadas y se pone al frente de un activismo que no se ve todos los días en el mundo de la cosmética. Porque sí, ya era hora de que las marcas de lujo hicieran algo más que campañas perfectas con pieles perfectas en mundos perfectos.
¿El objetivo? Educar a dos millones de personas para 2030. ¿El problema? Que hablar de abuso no vende sombras de ojos. Por eso esta campaña es importante. Porque no está hecha para agradar, está hecha para incomodar, para mover, para que alguien —aunque sea una persona— vea el anuncio y diga: “Esto me está pasando”.
Y aquí es donde se pone más interesante: ¿de verdad es el papel de una marca de belleza hablar de abuso? La respuesta fácil sería no. Pero la real es: ¿y si no lo hacen ellas, entonces quién? Porque tienen la voz, el dinero, la plataforma. Y cuando una marca deja de pensar solo en conversiones y empieza a pensar en impacto, entonces estamos hablando de marca con propósito real, no de postureo.
Esto no es solo una campaña. Es una declaración: el silencio también es violencia. YSL lo rompe con fuerza, recordándonos que detrás del glamour también puede haber dolor, y que la belleza sin conciencia es solo superficie.
Que sirva de ejemplo. Que moleste. Que se replique.
Porque una marca que solo te quiere bonita, no te quiere libre.
Y una marca que se atreve a hablar del abuso, no solo quiere venderte un labial. Quiere que vuelvas a mirarte al espejo sin miedo.
Comentarios
Publicar un comentario