Un día por la mañana salgo bien motivado a la agencia, trabajamos en una campaña con todas las ganas del mundo, a pesar de las desveladas, las negociaciones con el cliente por ganar unas horas más, tu equipo y tu esposa, el resultado final es maravilloso, motivante, todo sacrificio valió la pena.
Al cliente seguro le encantará, todo está dentro de brief, es una idea redonda, original, es a lo que llamo una idea con sonrisa en cadena, esas que gustan desde que la concibes, le gusta a tu dupla, a tu VP, al de Cuentas, a Planning, al director general que quiere estar enterado, al cliente, al jefe del cliente, al jefe del jefe del cliente, al consumidor final y seguramente le gustará a los jueces de los festivales de publicidad más grande del mundo. Este tipo de ideas son difíciles de llegar, salí motivado por que teníamos una que iba a romper madres, todo el equipo estaba contento, salimos a las 4 de la mañana con una sonrisa de oreja a oreja, aún sabiendo que teníamos que estar de regreso a las 9 de la mañana para la presentación.
Se llegó la hora, una sala de juntas con galletas y fruta al centro de la mesa, hojas en blanco en el escritorio, lápices con branding de la agencia, presentación lista, sonido listo, pantalla lista. La presentación esta programada a las 10 de la mañana, ahí estábamos el equipo estrella, director de cuentas con su asistente, VP creativo, director creativo, director de arte, no más, esta vez logramos posponer a la gente de medios para otro día, para que llenar de números al cliente, si lo puedes dejar con una imagen, una hermosa imagen con un concepto único, memorable, ganador.
Las 10:15 aún no llega el cliente, ansío por presentar, por ver su rostro cuando vean el primer print, escuche la maqueta de radio y vea como retumba su marca en el spot de TV, más digital, todos los medios e ideas de guerrilla, para que vea que el concepto creativo es 360. Las 10:20, el director de cuentas dice que no viene toda la comitiva del cliente, que solo viene el cliente, que el jefe del cliente no viene por que salió otra junta, ¡pum!. Una especie de desánimo se siente en la sala, queríamos matar dos pájaros de un tiro, vender al cliente de la segunda escala, para que éste a su vez, por mero trámite vendiera a su jefe, o sea, al jefe del jefe del cliente. Ni hablar mujer, el show debe continuar.
10.45 por fin llegó el cliente. Después de pedir una disculpa, hablar del clima de la ciudad, de como ha cambiado, antes se hacía menos tiempo, bla, bla, bla, a las 11.10 am, apareció la primer diapositiva del keynote con diseño especial para esta presentación, ya, a poner una sonrisa, que esta idea está muy buena y seguro gustará a todos, tomará una junta más, pero llegará. Hablamos de objetivos, de como está el mercado, su perfil, lo que quiere oír, la competencia, y muchas cosas, para que el cliente diga, “sí le investigaron" y sustente nuestro trabajo, que se sienta cobijado. Terminó el director de cuentas, ahora pasemos con el equipo creativo para que nos muestren como baja todo esto. Nuestro turno de presentar.
Dos diapositivas fueron suficientes para ver sonreír al cliente, estábamos en la presentación previa al gran slide del concepto, sabían que venía algo bueno. Es por esto y todo lo anterior que nuestra promoción espectacular para este cierre de año es "Concepto Creativo". Todos los de la agencia sonreímos y miramos al cliente, estaba serio, no enojado, pero como tratando de entender el concepto, o buscando palabras. Antes de que empezará a hablar le presentamos el primer print, el cliente sonrío, así hasta terminar con todo "el 360", no lo dejamos de hablar, sonreía, el concepto está genial, dejarlo solo con la primer diapositiva era injusto para un concepto tan poderoso. "¿Cómo lo ves?" le preguntó Cuentas al cliente. El cliente respondió: "No pensaron algo como la idea que yo traía"...
Pum, pum, pum, pum…entre decirle que sí, varios "pero", más justificaciones, más argumentos, más libros de publicidad, tendencias, historia, lo que dice el mercado, y todo lo demás, el cliente se fue, con la promesa de cuentas de darle otra vueltita a este concepto, más un nuevo camino con la idea que traía, para mañana por que presenta a su jefe a primer hora.
Aún tenemos ese concepto ahí guardado, esperando la oportunidad para ser relanzado para otra marca, para otra categoría, para otra vida. Por lo pronto a decirle al equipo que nos fue bien, pero…. el cliente pidió cambios.
Palabras que matan: "No pensaron algo como la idea que yo traía”.
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