El fantástico oficio del redactor

ago 14, 2018 0 comments


Por Fernando Cuevas.

Algunos redactores, ansían ser Directores Creativos.
 Se angustian por no ser nombrados. Sufren porque “no los toman en cuenta” y sobre todo: viven con una permanente ansiedad.
        

Lo que no saben, es que todo redactor, es un Director Creativo. 
Que no es nombrado, que no lo han “titulado” será solo cuestión de varios factores.
 Por ejemplo: si es disciplinado, si es ordenado en su trabajo, si es puntual, si es responsable, si es eficiente y desde luego: si tiene talento. Cuando en la Agencia la directiva evalúa algo de lo anterior, entonces queda nombrado. 
En mi opinión, añadiría si es redituable. Esto es lo más importante, porque si “vende” una campaña y se produce, la Agencia gana ingresos. Pero si solamente presenta su idea y no es aprobada por el Cliente, no pasará de ahí. 
En mis andanzas por diferentes Agencias, conocí a varios redactores muy buenos que tenían enorme talento y de ellos, casi ninguno quiso pasar a ser Director Creativo.
        



Particularmente, recuerdo a un gran poeta llamado Antonio Castañeda. 
“Toño” como lo conocíamos, era feliz como redactor. Una vez me dijo: “No…imagínate si me nombran Director Creativo. Dejaré de escribir. Sí, claro, ganaré más, pero venderé mi alma porque ya no escribiré tanto. Me la pasaré en juntas, en presentaciones, en ver clientes, en pasar los días encerrado con revisiones, pasarme las tarde en comidas, en producciones, en grabaciones. Prefiero dejar eso, a continuar escribiendo. Además, aquí tengo el tiempo para escribir mis cosas”.

Antonio Castañeda fue el primer escritor en ganar el Premio Nacional de Poesía que se entrega en Aguascalientes durante el ciclo de la famosa Feria de San Marcos. A él no le producía ninguna emoción eso. Más bien se dedicaba a escribir. Se iba a las seis de la tarde en punto y se dedicaba a escribir ó a editar libros. 


Él trabajaba en D´Arcy, McManus & Massius. Una muy buena agencia. Yo llegué a trabajar ahí como Director Creativo únicamente para la cuenta de  Colgate-Palmolive. Toño trabajaba dentro del Departamento Creativo que manejaban todas las demás cuentas de la Agencia. 
Una mañana, pasé por su oficina que estaba en otro piso y entré a saludarlo. Platicamos de cine (cosa que él era un gran conocedor) y esa mañana, hablamos sobre “Los Duelistas”, dirigida por Ridley Scott. Ahí nos  enfrascamos un rato, y a veces, rompíamos la “crítica” para reírnos de otras cosas. Era un personaje muy divertido y en esas, me preguntó si tenía algunos escritos. Le dije que sí, que tenía varios. “Déjame leerlos” porque estoy haciendo unas ediciones (tenía una editorial llamada “La Letra Escarlata”) y quiero publicar a redactores o Directores Creativos que escriben. Días después, recordé el asunto y le entregué algunos textos (cuentos cortos) que tenía por ahí arrumbados. Los leyó y me dijo: “quiero publicarlos…me gustaron mucho ¿Tienes algún título en mente?” y en ese momento, pensé en uno y le dije “Sí, se titula Las pesadillas de mis sueños”.  Un par de meses después, me entregó la edición. Me dijo que había también editado cuentos, una pequeña novela y poesía de varios amigos. 
Me desvié un poco del tema para dar a conocer la “otra” faceta de Toño como editor. Unas semanas después, me salí de D´Arcy para irme a trabajar a Guadalajara y un día me enteré que Toño había fallecido. 
Pero al igual que Antonio Castañeda, hubo otros redactores que se negaron a ser nombrados Directores Creativos en aras de “seguir siendo libres”. 


A lo que quiero llegar, es que todos ellos, crearon campañas muy sólidas, memorables, vendedoras y realmente, muy creativas.
 Esto es lo que pienso: cuando entra una Orden de Trabajo a un Departamento Creativo, el redactor, el Director Creativo y el Director de Arte tienen copia de esa ODT y casi siempre, es el redactor el que inicia el camino de la idea. Porque es el primero que escribe algo, ya sea un tema, un camino, un probable texto, una idea, alguna frase y ya de ahí, se va desarrollando la campaña. A veces, un Director Creativo no participa de manera directa porque en lo que él anda buscando clientes o en una junta o lo que sea, normalmente el redactor y el Director de Arte desarrollan toda una campaña. Y el redactor es el que empieza a “vender” la idea a un grupo de cuenta empezando por el Director de Servicio a Clientes, un Director de Cuenta, al Supervisor y al Ejecutivo.  Si aprueban la campaña, se presenta internamente y si se aprueba, entonces ya se hace la presentación final al Cliente. Y ahí, ya participa el Director Creativo. Claro: porque es la “cabeza” del área. Y siempre, en la mayoría de las agencias en donde estuve, se le daba el crédito absoluto al redactor.






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